Iñigo Urkullu, * Presidente del EBB de EAJ/PNV
Nuestro proyecto, nacido un día como hoy de 1895 para proyectar la senda por la que los vascos pudiesen alcanzar su patria, sigue tan firme como el apoyo que recibe de la sociedad en la idea de hacer una Euskadi menos dependiente, más independiente
TERRITORIO, soberanía, identidad, sociedad, lengua, cultura y derechos históricos. Estos son los siete pilares que sustentan el proyecto del Partido Nacionalista Vasco. Siete pilares a los que acompaña el necesario respeto a la voluntad del Pueblo Vasco, los valores que nos han caracterizado y nos identifican. Son los eslabones de una cadena que ha ido creciendo desde el día 31 de julio de 1895 en que Sabino Arana fundó nuestro Partido sobre una idea: "Euzkadi es la patria de los vascos".
Hace cuatro años asentamos estos siete conceptos en nuestra ponencia política y ahora, en el inicio del proceso de la Asamblea General de EAJ/PNV, que culminará el día 15 de enero del próximo año, volvemos a plantear una reflexión para actualizarlos y liderar el futuro de Euskadi en un nuevo tiempo.
Cada año por estas mismas fechas recordamos la máxima ignaciana, "en tiempos de tribulación no hacer mudanza", situándola en su propio contexto. Pues bien, hoy podemos decir que, precisamente, dejar atrás la tribulación causada durante décadas por la violencia sinsentido de ETA nos va a permitir emprender una nueva mudanza en Euskadi. Este es el contenido central con el que afrontamos seis meses de reflexión interna y debate, la actualización de nuestros objetivos a la luz del nuevo escenario que se vislumbra para Euskadi.
Trabajando el mañana
Respetando y recuperando nuestro pasado, "trabajar el mañana" ha sido siempre la base del compromiso de EAJ/PNV con la sociedad vasca. Hoy vivimos en una Comunidad Autónoma de Euskadi que se ha debilitado desde que el pacto PSE-PP accedió hace casi dos años y medio al Gobierno vasco. El último estudio de opinión social realizado por el Euskobarómetro ha sido una nueva constatación de lo que ya sabíamos. Ha puesto nuevamente de manifiesto la desafección de la ciudadanía con este pacto anti-natura, con el gobierno que está sustentando y con el lehendakari Patxi López que lo lidera. Los índices de confianza en el Gobierno vasco eran bajos y han vuelto a bajar. La valoración que recibía era baja y ha vuelto a caer. La sensación de desgobierno, de incapacidad y de falta de liderazgo ha arraigado entre todos los sectores sociales. Lo que el Partido Nacionalista Vasco ha venido denunciando en solitario durante los dos últimos años ha calado en la sociedad. Ha calado porque es una evidencia. Las últimas elecciones municipales y forales representaron ya un fuerte varapalo para este pacto PSE-PP. Hoy este pacto impuesto tiene que aceptar una realidad incontestable, el Partido Nacionalista Vasco en solitario obtuvo en estos comicios un mayor respaldo social en la CAV que el sumatorio del PSE con el PP. Esta es la realidad y este ha sido el triunfo inapelable de nuestro partido.
Es un gran logro, pero no es suficiente, porque, en manos de este pacto, que tiene también su correspondencia en Nafarroa, y de este gobierno, Euskadi se sigue debilitando y se sigue diluyendo. Falta proyecto, faltan propuestas y falta iniciativa. Y la respuesta la tenemos que escribir nosotras-os. Este es nuestro cometido en la Asamblea General, ofrecer respuestas en los ámbitos de la economía, de la educación, de la salud y de la cohesión social. Ofrecer propuestas a una Euskadi que se tiene que ganar un lugar en el mundo, para sus empresas, para su desarrollo económico, para su reconocimiento cultural. Estas respuestas a la sociedad vasca son nuestra prioridad y se agrupan en el proyecto "trabajando el mañana" que vamos a presentar, debatir y aprobar en un proceso transparente de participación interna.
Euskadi Nación Europea
Junto a ello, vamos a ofrecer también respuestas a los retos y desafíos políticos en este nuevo escenario que vivimos. Estos últimos cuatro años van a pasar a la historia muy marcados por la profunda crisis económica internacional que estamos padeciendo. Pero también porque en Euskadi vivimos unos momentos en los que podemos aspirar a la consecución del gran reto de la paz, la convivencia y la normalización política. Un reto por el que realmente merece la pena militar.
Este es el auténtico cambio que afrontamos. Nuestra responsabilidad como organización política es estar preparados para que en una coyuntura económica de franco retroceso, Euskadi pueda crecer y pueda avanzar. La respuesta a este reto es política y el Partido Nacionalista Vasco va a madurar e impulsar también estas respuestas en el proceso de Asamblea General. La clave, como siempre, es seguir manteniendo el impulso de crecimiento del autogobierno y la institucionalización de Euskadi. Estos últimos cuatro años, en unas condiciones francamente adversas desde el punto de vista institucional, hemos conseguido avanzar en el autogobierno vasco, hemos logrado competencias de gran calado que habían sido largamente negadas a nuestro país. Hoy dependemos más de nosotros mismos y lo hemos conseguido gracias a la acción política, a la presencia y el compromiso permanente de nuestro partido en los foros en los que se materializa la defensa de los intereses de Euskadi.
Se avecinan nuevos tiempos para la nación vasca, tiempos en los que la lacra del terrorismo que según "actas fundacionales" también nació en julio de hace 52 años, tiene que quedar definitivamente atrás. Van a ser sin duda tiempos mejores, tiempos en los que nosotros vamos a seguir manteniendo la cadena de la construcción nacional y social de nuestro pueblo, en el día a día y entre todos. Así lograremos seguir creciendo y seguir acercándonos a nuestro objetivo de Euskadi Nación Europea que formulamos de cara a la Asamblea General.
Los siete pilares
El progreso de Euskadi necesita de sus siete pilares. Necesita de todos sin excepción, de la integración de todos ellos. Pilares para el progreso en la construcción nacional y en la construcción social que deben avanzar en paralelo. Estas son las bases sobre las que se sustenta nuestro proyecto, nacido un día como hoy a finales del siglo XIX. Ahora, más de un siglo después, tenemos la oportunidad de reflexionar, reformular y actualizar nuestro ideario político al servicio de la sociedad vasca. Tenemos la oportunidad y la necesidad de adaptarlo al nuevo mundo global que vivimos. Sabemos que avanzamos sobre tierra firme y que, con el compromiso de ganarnos la voluntad de la sociedad vasca y regenerando los valores que nos han de caracterizar, estos siete pilares nos acercan a hacer realidad una Euskadi menos dependiente y más independiente. La Euskadi del siglo XXI, la patria de los vascos y las vascas.