Dónde lavar los trapos
Cuando los grandes medios de comunicación de ámbito estatal vienen contando episodio a episodio las diferencias entre Esperanza Aguirre
y Ruiz Gallardón en torno a la sucesión de Rajoy vendiendo la piel del oso antes de cazarlo, vuelven a la cabecera de los informativos en el País Vasco las derivaciones del episodio que hace un año puso en el ojo del huracán al nominado candidato a diputado general de Gipuzkoa, Jon Jauregi . La sociedad suele asistir a estos espectáculos entre estupefacta y escandalizada, no porque se sorprenda de las marejadas internas que pueden sucederse en el seno de las fuerzas políticas, sino por el empeño de éstas en hacerlas públicas. Los ciudadanos tienen la buena costumbre de tomar nota y, como es deber democrático, sentenciar en las urnas. El viejo proverbio de 'lavar los trapos sucios en casa' parece que ya no es de obligado cumplimiento y se quebranta con toda frivolidad. Después, por supuesto, se pagan las consecuencias. La exigencia de la Asamblea Regional del PNV de Gipuzkoa de que el anterior diputado general y otros tres altos cargos "causen baja en el partido" viene derivada por la responsabilidad que según la Agencia Vasca de Protección de Datos se imputa a la anterior Diputación por la filtración de datos fiscales personales del candidato Jauregi. No explicita la Agencia nombres, pero la Asamblea Regional, por elevación, les señala como responsables de una filtración sobre datos patrimoniales y fiscales que, en su día, fue indudablemente una clara intención de neutralizar las posibilidades de Jauregi. Los trapos sucios salieron a la calle, con las consecuencias conocidas. Luego resultó que tan manifiestas y graves irregularidades no lo eran, saldándose el asunto con una multa leve. Pero el mal ya estaba hecho, al candidato y al partido. Ahora, la Asamblea Regional, en justa restitución del honor de Jauregui, vuelve a sacar los trapos a la calle exigiendo el castigo a los que considera culpables, un castigo -el abandono del partido- que sólo puede cumplirse por propia voluntad de los inculpados o por decisión de los tribunales internos del PNV, lavados los trapos en casa. Y mientras tanto, los ciudadanos vuelven a escandalizarse ante la extrema dureza de la discrepancia aun entre quienes comparten militancia política.
Andoni Ortúzar en Punto radio, y copio textualmente:
.- “El presidente del PNV en Vizcaya exoneró ayer a Joseba Egibar de cualquier responsabilidad en las decisiones adoptadas el pasado viernes por la asamblea del partido en Guipúzcoa”
Y respecto a la peticion de la A.T. de Gipuzkoa de que Gonzalez Txabarri y otros tres afiliados se de de baja dice:
.- “No puedo tener opinión. Este es un asunto guipuzcoano”
.- “Txabarri dispone de esos estatutos para mantener la posición que él quiera”
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