¿Dónde está el lehendakari?
Tribuna Abierta Noticias de Gipuzkoa 22/05/2008 Jon Gurutz Olaskoaga Profesor UPV
Pues muy sencillo, en su puesto, donde siempre está y además cumpliendo perfectamente su función.
Es tal la cantidad de descalificaciones, unas burdas, otras insidiosas, la mayoría interesadas, que mueven a manifestarse en contra de tan tremenda campaña. No se trata de críticas o rechazado a su gestión, algo perfectamente legítimo, sino un linchamiento absolutamente injusto utilizando reiteradamente la mentira o las medias verdades, que todavía es peor.
El lehendakari está siendo atacado en muchos frentes, pero si nos fijamos siempre son los mismos, aunque en este momento con una virulencia inusitada desde las elecciones de 2001. Son el nacionalismo español representado por el PP y el PSOE, con sus diferentes matices pero unidos en lo esencial como muy bien se ha demostrado en la formación del Gobierno de Navarra; la mayoría de las asociaciones de víctimas del terrorismo, especialmente aquellas más interesadas en defender sus postulados políticos que en reparar a las víctimas, siendo la negativa de Covite, apoyada por el PP, a asistir al acto del Kursaal la última muestra; la gran mayoría de los medios de comunicación españoles con su interminable nómina de columnistas, articulistas, "intelectuales" y otros varios generadores de opinión; lo más negro de la judicatura española; y, por motivos opuestos, una parte importante de la izquierda abertzale. A todos ellos, se han unido unos pocos, que quizás no hayan tenido nunca demasiado claro donde estaban y ahora se están reposicionando en un campo que consideran más cómodo.
Los ataques se repiten fundamentalmente en tres ejes: la pérdida de centralidad política y el fraccionamiento de la sociedad por ofrecer a esa misma sociedad una salida política; la falta de cercanía hacia las víctimas del terrorismo y de la defensa de los Derechos Humanos; y, por fin, la dejación de las tareas de gestión de gobierno por estar más preocupado en lo que sus adversarios llaman "ocurrencias" o "ensoñaciones identitarias" que en atender las necesidades de los ciudadanos. Veamos lo poco fundado de estos continuos ataques:
El que un lehendakari y su gobierno intenten dar una solución a la situación política de este país es sencillamente su obligación. Como es lógico, las soluciones propuestas irán más en la línea de lo que ha manifestado la mayoría de la ciudadanía de este país en las sucesivas consultas electorales que en los deseos de la oposición, siendo estas propuestas además bastante razonables y desde luego más modestas que el anuncio de referéndum para la independencia de Escocia, que ha sido recibido con desagrado pero con normalidad y respeto por la clase política británica.
El punto de la falta de cercanía a las víctimas de ETA, o incluso la acusación hecha por Covite de que el "Gobierno Vasco da cobertura a ETA", es sencillamente intolerable, como intolerables fueron los insultos que dirigió desde la tribuna del Parlamento una notable representante de esos colectivos. El lehendakari ha condenado con rotundidad y desde siempre el terrorismo de ETA y ha mostrado su acercamiento a las víctimas. El que una parte de estas no se sienta satisfecha podría obedecer más a la defensa de sus intereses partidistas. Pero además el lehendakari no sólo muestra su más absoluto rechazo a ETA, sino que también defiende los derechos civiles y políticos de todos sus conciudadanos, algunos gravísimamente, quebrantados por unas legislaciones de excepción y por las escandalosas actuaciones de la Audiencia Nacional. Algo de lo que tendrían mucho que aprender, no digamos ya el PP que es un caso sin posible remedio, sino sobre todo su compañero de viaje en estos asuntos, el PSOE. La superioridad ética y moral del lehendakari y su gobierno en este punto no admite comparación.
Queda por fin el balance de la gestión del lehendakari y su gobierno en los temas relacionados con la situación económica y social del país. Aquí los datos son sencillamente apabullantes: El País Vasco es una de las zonas más ricas de Europa, el PIB por habitante es superior al de Japón o la UE, a nivel estatal vamos los primeros muy por delante de Madrid que ocupa la segunda posición, la tasa de crecimiento prevista es de un 3% alejando el fantasma de la crisis y colocándonos como una de las comunidades autónomas con mejores expectativas de futuro, la tasa de paro se ha reducido hasta el 6%, una de las más bajas de Europa, y así sucesivamente. Esta privilegiada situación de Euskadi es motivada por el esfuerzo de todos sus agentes, pero algo tendrá que ver el conjunto de políticas y estrategias diseñadas por el Gobierno Vasco. Es de sobra conocida la personal apuesta del lehendakari por todo lo relacionado con la innovación y especialmente con en el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI) 2010, que con un presupuesto superior a los 6.000 millones de euros representa la principal apuesta programática del Gobierno y del resto de instituciones vascas en los próximos años para acometer la denominada segunda transformación económica de Euskadi y cuyo principal objetivo es alcanzar en 2010 la convergencia científico-tecnológica del País Vasco con los países más avanzados de Europa. No se trata de hacer comparaciones odiosas, pero parece poco serio considerar que el aspirante a lehendakari Patxi López fuese una mejor alternativa para alcanzar estos retos.
Este es un país maduro y avanzado, que sabe valorar a quien trabaja por su futuro y no es el insulto y la descalificación los que harán disminuir, más bien todo lo contrario, la confianza depositada en sucesivas elecciones por la ciudadanía vasca en el lehendakari Ibarretxe.
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